viernes, 23 de julio de 2010

AGOSTO/TALLER PARA PRINCIPIANTES

En agosto partimos con un nuevo ciclo del Taller Para Principiantes (Nivel 1). Si quieres conocer las técnicas básicas de la escritura de cuentos, aquí las aprenderás de la mano de Cortázar, de Carver, de Rulfo, de Patricia Highsmith, de Yiyun Li, de Tito Monterroso, de Borges, de Poe, de Rosa Montero, entre otros. Los miércoles, entre 19.00 y 21.00 horas nos juntamos en Consejo de Indias 1458, casi esquina Diego de Almagro. La duración del taller es de tres meses. Y tiene un valor mensual de 40.000 pesos.

Si estás interesada/o, puedes dejar tus datos en "comentarios". O bien escribir a msimoneu@puc.cl. O llamar a los teléfonos (02) 9207300 ó (09) 8630367.

Nos vemos,

M.

martes, 20 de abril de 2010

A Valparaíso los boletos

A partir de mayo, estaremos realizando un taller de cuentos para principiantes en Valparaíso.La idea es que todos aquellos que tengan interés en la escritura, que sean buenos lectores, y no hayan tenido experiencia en otros talleres literarios, puedan desarrollar ese talento que está en ciernes o retomar esa pasión de antaño que fruto del tráfago cotidiano debieron abandonar.

Aquí están los datos del taller para los interesados.

TALLER DE CUENTOS PARA PRINCIPIANTES EN VALPARAÍSO.
Dicta el escritor Marcelo Simonetti (El abanico de Madame Czechowska, 2002/La Traición de Borges, 2005/El fotógrafo de Dios, 2009).
Duración: Tres meses (12 sesiones).
Valor: 40 mil pesos por mes.
Día y hora: Lunes entre 19.00 y 21.00 horas.
Lugar: por definir.
Mayor información: (02) 9207300.
Inscripciones: (02) 9207300 o a msimoneu@puc.cl

Abrazos,

M.

lunes, 22 de marzo de 2010

Partimos ahora



Todos los jueves, a las 19.00 horas, en Consejo de Indias 1458 (casi esquina Diego de Almagro/prácticamente en la frontera de Providencia y Ñuñoa). Lleven un cuaderno, un lápiz y las ganas de escribir. El té y las galletas corren por cuenta de la casa,

Hasta la vista,

M.

Información al: 98630367 o en msimonettister@gmail.com

lunes, 15 de marzo de 2010

Sesión por Sesión

Durante cada sesión revisaremos un tópico que luego trabajaremos a la luz del algún texto de los maestros del género.



SESIONES.

1. Trabas de la imaginación y el desapego de la realidad.
2. Que es un cuento. La estructura dramática.
3. Las dos escuelas: Chéjov y Poe.
4. El conflicto 1.
5. El conflicto 2.
6. La anécdota como motor de partida.
7. La construcción de personajes.
8. Un mandamiento: Muéstralo no lo digas.
9. El trabajo de escenas.
10. Contar con escenas.
11. El diálogo.
12. El tiempo de los tiempos.

Inscripciones y más informaciones: 09.4383014 ó 09.8630367. Red fija: 9207300.

miércoles, 24 de febrero de 2010

ABRIL, CUENTOS MIL

Para aquellos que están comenzando en la escritura de cuentos, para quienes dejaron de escribir hace mucho y quieren retomar la antigua pasión, para quienes nunca han escrito pero quieren saber cómo es eso de inventar una historia. Para todos ellos está hecho este taller que tiene una duración de tres meses. En ese tiempo revisaremos cuentos de autores consagrados y aprenderemos de ellos las técnicas fundamentales para poder escribir nuestras propias historias. La frecuencia es una vez por semana. Cada sesión, que dura dos horas, está dividida en tres partes: teórica, en la que analizaremos brevemente un tópico literario; lectora, en la que leeremos un cuento que explique el tópico; y una práctica, en la que ejecutaremos lo aprendido.



Las sesiones se realizarán entre 19.00 y 21.00 horas, los jueves.
El valor es de 40.000 pesos por mes.

Mayores informaciones: 02/9207300 ó 09/4383014.
O al correo: msimoneu@puc.cl


sábado, 15 de noviembre de 2008

LA FUGA DE RODOLFO / de Magdalena Angerstein


Llevaba unos días intentando memorizar la rutina de Andrés. Diez para las ocho sale del departamento en dirección al colegio tras despedirse fugazmente de su madre. Un, dos, tres, cuatro segundos entre el abrir y cerrar de la puerta. Rodolfo se mira desesperanzado en el reflejo de la ventana que da a la calle. “Muy poco tiempo para un gato tan gordo y peludo". A las cuatro y veinte, vuelve Andrés. Toca la puerta, un, dos, tres, de siete a diez segundos después aparece Mamá, la duración del saludo será más largo y efusivo según su estado de ánimo, pero jamás durará menos de quince segundos. “Esa es mi única opción”, piensa Rodolfo mientras se lame la pata trasera con fruición. “Ese tiempo bastará para escabullirme y salir ¡por fin! a conocer la calle, ese paraíso lleno de gatos y otras especies que desde la ventana llenan de rabia y envidia a este gato de departamento”. Rodolfo elige un hermoso día soleado para concretar su fantasía. Un día de lluvia disminuiría el tiempo entre el abrir y cerrar de la puerta principal. Todo está fríamente calculado, nada ha sido dejado al azar. Mamá estará ocupada con su plato más demoroso, hoy es su aniversario Nº 12, debe impresionar a Papá. Como es día lunes, Andrés llegará sin amigos que dejen tiradas sus mochilas en la entrada, lo que entorpecería la fuga. El reloj de pared marca las cuatro, sólo veinte minutos. Todo sigue como está planificado. De pronto suena el timbre. “¡No, por favor no, que no sea la abuela que me agarrará y no soltará más! Tranquilo, tranquilo”, se alecciona Rodolfo, dando vueltas alrededor de la mesa de centro, al recordar que los lunes pasa el cartero. “En un minuto se habrá ido y en diez y nueve lo haré yo, y seré libre, libre al fin. Sin más mimos y tratos de peluche, ni insípida comida en lata. No más juguetes de goma. ¡Soy un gato por dios, un gato juega con ratones de verdad y pájaros que logra cazar tras un largo esfuerzo!”. Entre tanto pensamiento y rabia desbordada, Rodolfo no siente cómo se comienza a abrir la puerta principal del departamento. Al percatarse sale corriendo, el niño viene solo, Mamá está de buen ánimo y va a recibirlo. “¡Acá vengo mundo, eres todo mío!”. Dispuesto a dar el último salto que le dará la libertad, divisa algo que brilla en las manos de Andrés. “¿Un cascabel?”, se pregunta mientras disminuye el paso. “Mi dulce y pequeño niño, siempre pensando en este gato gordo y peludo”, se dice Rodolfo, ronroneando feliz alrededor de Andrés, olvidando por un par de horas sus ansias de libertad.

lunes, 27 de octubre de 2008

LA NIÑA Y LA LECHE / de Paulina Silva (*)


Qué asco la leche, me carga. Es como comer goma líquida con olor a pata. En mi casa también me obligan a tomar leche pero por lo menos le echan Milo y me la dan helada, en cambio acá en el jardín la tía dice "ya, no sea mañosa" y me pasa esa taza horrible con Quik de frutilla y tibia más encima, ¡y a mí me viene una rabia!. Como que se ríe un poco la tía, como si se pusiera contenta de obligarme a tragarme esta leche gomosa de frutilla, ¡guácala!.
Así que acá estoy de nuevo, sentada frente a la taza fea y es como si el Quik también se riera un poquito, porque mis amiguitos ya terminaron sus leches y están jugando en los columpios. Agh, ¡yo quiero salir! y no me puedo mover de acá hasta que me la termine...

Ahí viene la Blanquita. Yo la vi en el reflejo del ventanal entrando despacito, parece que quiere asustarme porque la veo clarito como se acerca lento por detrás, y yo sigo con la cabeza en las manos y los codos en la mesa.
Veo sin entender mucho que levanta su mano para el lado y PAF me pega, ¡me pega fuerte con el oso ese que tiene y que no suelta nunca!. Yo siento como si el oso me gritara en la oreja, me duele ese lado y se me pone caliente y hasta me hace saltar un pinche. Me quiero poner turnia de la rabia y romper su oso con las tijeras de la tía, y decirle garabatos hasta que deje de reírse como pájaro, con ese hipo tonto que le da cuando se ríe a gritos, quiero hacer todas esas cosas altiro y más encima tengo antes que terminarme esta leche.

(*) Ejercicio voz narrativa en primera persona