jueves, 18 de septiembre de 2008

EL ÁGUILA DE CAROLINA


(Como parte de los ejercicios hemos intervenido algunos cuentos. Uno de ellos fue el de Monterroso. Los talleristas trabajaron un nuevo desenlace para esa historia y aquí hay un ejemplo de eso)

LA MOSCA QUE SOÑABA QUE ERA UN ÁGUILA
Augusto Monterroso & Carolina Mosso

Había una vez una Mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.

En los primeros momentos esto la volvía loca de felicidad; pero pasado un tiempo le causaba una sensación de angustia, pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, el pico demasiado duro y las garras demasiado fuertes; bueno, que todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre los ricos pasteles o sobre las inmundicias humanas, así como sufrir a conciencia dándose topes contra los vidrios de su cuarto.

En realidad no quería andar en las grandes alturas o en los espacios libres, ni mucho menos.

Pero cuando volvía en sí lamentaba con toda el alma no ser un Águila para remontar montañas, y se sentía tristísima de ser una Mosca…

Finalmente, la Mosca no aguantó la angustia y, desesperada, se precipitó en picada (cual kamikaze) a una humeante sopa de tomates, que terminó siendo el más fiero volcán en erupción que ha calcinado a un Águila suicida y debilucha.

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